Fracturas: un problema común a todas las edades
Las fracturas óseas son muy comunes entre las personas de todas las edades, aunque, a son comunes en niños, ancianos, mujeres post-menopáusicas y deportistas. Esto no es sorprendente si se considera que las principales causas de fracturas de huesos son:
1 - Las caídas (que se producen con mayor frecuencia en niños y ancianos), así como otras lesiones traumáticas como accidentes automovilísticos y lesiones deportivas;
2 - La osteoporosis, que es una enfermedad de los huesos caracterizada por la delgadez y fragilidad ósea, que afecta principalmente a personas mayores de 70 años de edad y a las mujeres post-menopáusicas;
3 - El uso excesivo de los huesos, puede llevar a las fracturas de estrés que ocurren con mayor frecuencia en los deportistas como consecuencia de las repetidas pequeñas lesiones crónicas de los huesos.
Las fracturas cerradas y abiertas
Las fracturas varían en gravedad y pueden clasificarse de diferentes maneras. Una primera clasificación divide las fracturas en " abiertas" y "cerradas". Una fractura cerrada es una fractura de hueso en la cúal la piel que recubre el hueso roto se mantiene intacta, mientras que una fractura abierta se caracteriza por la ruptura de la piel que lo cubre, hecho que expone la zona de la fractura con el medio externo. Las fracturas abiertas suelen ser más graves que las fracturas cerradas, ya que son particularmente susceptibles a la infección por patógenos ambientales. Las fracturas pueden clasificarse tambien en completas o incompletas: una fractura completa se produce cuando un hueso se rompe en dos partes, mientras que una fractura incompleta se produce cuando un hueso se agrieta, pero no se rompe del todo.
Independientemente de estas clasificaciones, todas las fracturas comportan hinchazón local, dolor intenso, así como la movilidad limitada o nula de la parte lesionada del cuerpo. Así que siempre requieren atención médica, además de la intervención de los primeros auxilios para detener la sangre, inmovilizar la zona lesionada y aliviar el dolor.
*El tratamiento de las fracturas
El objetivo principal del tratamiento de las fracturas es promover el proceso natural de curación del hueso realineando los fragmentos de hueso e inmovilizándolo en la posición correcta hasta que el hueso se haya curado.
Hay muchas técnicas para el tratamiento de fracturas, incluyendo la inmovilización con yeso, la fijación interna (en el que tornillos y placas especiales se aplican directamente a los fragmentos de hueso para mantenerlos juntos) y la fijación externa (en la que los pernos de metal se colocan en el hueso roto en ambos lados de la fractura y fijados a una o más barras de metal fuera de la piel).
Aunque todos estos métodos son eficaces en el tratamiento de fracturas y dan excelentes resultados, el método de tratamiento específico usado dependerá de la gravedad, del tipo (abierto o cerrado) y de la localización de la fractura, así como de las condiciones y necesidades del paciente.
También es importante recordar que, para restablecer completamente la función normal del hueso fracturado, el tratamiento médico o quirúrgico debe ser complementado con un programa de ejercicios o terapia física, que debe proseguir incluso después de que el hueso se haya curado (por lo general seis semanas ).
La mayoría de la gente, y especialmente los que son particularmente propensos a sufrir fracturas, debería tener el costo del tratamiento médico o quirúrgico cubierto por un plan de seguros sanitarios adecuado.
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*Consulte siempre con un médico especializado antes de someterse a cualquier tratamiento.
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